martes, 6 de noviembre de 2007

Tal y como te dije ayer en la mañana vi Lost in translation. Esta noche me he animado a escribirte la primera de las tantas cartas que tal vez crucen la frontera más traficada del mundo.
Estoy sola, con un cigarro en la mano, sedienta de un par de chelas. Pero pienso que su sabor divino ya no estará en su consistencia espumosa y musical, por lo tanto he decidido no llamar al Temo. Mi silencio me sofoca...pero hay algo que permanece en mí y permite que mi rostro mantenga aquella sonrisa del sábado.
La frase Te extraño no viene al caso, estás en mí. Petróvic tiene un libro (que voy a empezar a leer) que se llama La mano de la buena fortuna. En él plantea “la lectura simultánea”, esto es que los libros son un universo paralelo a la realidad en donde los lectores conviven entre sí, “un mundo que sólo puede ser habitado por sus lectores, los únicos y verdaderos protagonistas.” Dos desconocidos realizan una misma lectura en la que construyen su amor. En Lost he podido construir un mundo autosuficiente que mantiene dos lugares con nuestros nombres.
Los últimos cuatro días que pasamos juntos han sido un viaje hacia un lugar en el que las palabras encajan de una manera sorprendentemente bella. Las imágenes crean una partitura que acompaña mis horas...mi existencia se ensambla perfectamente en la silueta que dejaste en las sábanas de mi cama.
El amor entre dos personas ha tomado otro significado en mi vida. Tal vez no estoy enamorada de ti, pero lo que siento ahora rebasa todas mis expectativas. Las palabras indescifrables que Bob Harris susurra al oído de Charlotte son lo que nos construye, lo innombrable. El silencio que estamos escribiendo nos mantiene cerca.

Sory
Una noche húmeda. Martes, 14 de Agosto de 2007